¿Tú puedes esperar?

Ayer, entre tuits y tuits, entre decepciones futboleras, peleas de cantina en palcos mundialistas, verdades a medias y mentiras verdaderas, el transcurrir de este día nos orillo a despertar en el México real y decepcionante: El cobarde asesinato del candidato del PRI a la gobernatura de Tamaulipas Rodolfo Torre Cantú. Este despertar después de la cruda futbolera, duele, enferma y crea incertidumbre hacia donde se dirige este País.

No nos colguemos en frases de que el gobierno tiene la culpa, Fecal asesino, y demás palabras que ni son ciertas y no tienen justificación. Yo analizo y veo lo siguiente: El País desde hace muchos años, ha consentido la siembra, el tráfico y la comercialización de droga. El problema se ha asentado en la frontera por obvias razones. Los gobiernos anteriores, tanto locales como federales, han hecho pactos de “paz social” con los narcotraficantes y llevar la fiesta en paz con el país. Llegamos a un punto en que eran tales los pactos con los narcos, que el problema en lugar de “controlarse” fue en aumento hasta salirse de control. Los gobiernos estatales (no importa el partido político) consintieron de manera absurda esta práctica hasta que el problema los sobrepaso. La corrupción llegó hasta lo mas profundo de las instituciones estatales y lo que se había controlado y pactado, se salio absolutamente de control. Gente que vive en estados que ahora viven con esta problemática que ya trastoco al “ciudadano de a pie” me puede dar la razón en la siguiente afirmación: Todos saben quienes eran, donde habitaban, donde comían, donde dormían y hasta donde eran las fiestas de estos personajes. Todos conocían los beneficios económicos que hacían estos personajes hacia las comunidades. La situación se salió de control cuando se le declara una guerra directa al narco. ¿Cuándo se convirtió en problema? Cuando el gobierno federal hizo propia las problemáticas estatales. Ahí reventó el asunto, ahí se vino el problema, y los pactos suicidas terminaron por romperse. El error, es hacer una lucha frontal cuando el problema está reventado por lo más delgado. Y ahora, en lugar de reprochar al Narco sus actividades, criticamos y señalamos de la manera mas artera y crítica la lucha fallida contra ellos. No hay estrategia, no existe preparación, no hay consciencia. Pero no solo del gobierno federal, no hay propuestas serias de ningún sector. Nadie tiene una estrategia, nadie tiene una solución a corto, mediano y largo plazo. Ni los mas extremistas en criticar al gobierno federal (ya ni se diga al estatal) tienen una propuesta congruente con el problema real y existente actual. Ya no es un problema entre carteles y sus sicarios. Ya se tocaron instituciones, ya se agredió la paz social del pueblo, la corrupción es tal, que llegó hasta la médula ósea de el País. ¿Mi propuesta? En este momento, sólo es unión de todas las fuerzas políticas del país y ser UNO solo para encontrar una solución. Anular las elecciones del 4 de julio, es solamente darle la razón al crimen organizado, ya que lo que busca es infundir el miedo entre todos nosotros y demostrar de quien manda son ellos. Si este no es el momento para unir esfuerzos, ideas, propuestas, lucha e inteligencia, no veo cuando sea la hora. Llegamos al límite al agredir la democracia y asesinar la libertad y la paz social de millones de mexicanos. Siempre nos quejamos, ahora propongamos y dejémonos de palabrerías y triunfalismos unilaterales. El país nos necesita a todos, no a unos cuantos.

Hoy tenía pensado en hablar de otros temas. La realidad opacó mi sarcasmo y crítica. Creo que puede esperar. ¿Y tú puedes esperar?