Medios y sus medios

Lucha entre dos…

Ante la polarización de la sociedad y de la poca credibilidad ante los medios de comunicación, parece que ni entre ellos, se aguantan. Antes era una pugna entre dos, Televisa y TV Azteca. Unos difamaban a los otros y era el cuento de nunca acabar. Sin embargo, ninguno de los dos se preocupaba por el contenido y se ocupaban mas de lo que hacía el otro. Unos se decían pioneros, otros, copia burda del primero. Lo que era cierto, es que entre descalificativos y demandas entre ambas televisoras, los contenidos de su programación, acostumbraron a quienes los ven, para criticarlos a mas no poder y perder credibilidad ante la información que proporcionaban.

Le entro al quite…

Después, entre cadenas de radio y periódicos, la guerra se copio de una forma absurda, de tal forma que entre ellos, se robaban los colaboradores y era un brincadero de conductores y periodistas, los cuales, no podían defender los colores de donde trabajaban. Y de igual forma que las televisoras, los contenidos de su programación radial y de vacío en los argumentos de sus reportajes, hacían que la población que los escuchaba y leía, criticara de forma y fondo su trabajo.

Me transformo…

Todos hicieron un cambio radical en imagen y mercadotecnia. La forma de vender sus noticias (que muchas eran copias de agencias y que se repetían entre un medio y otro) se convirtió plano y sin transfondo. Empezaron los grandes comunicadores a concentrarse en diferentes columnas o bien, en espacios noticiosos. La forma cambió, el fondo seguía siendo el mismo.

Revolución

La revolución digital, trajo consigo cambios necesarios en los medios. Tenían que ofrecer mas, captar la atención del teleespectador, radioescucha o lector, ya que la crisis mediática que habían cultivado los obligaba a revolucionar sus formas y tratar de cambiar el fondo. Muchos tenían que sumarse a las nuevas tecnologías de información y apareció una mutación entre una transformación y una revolución en los medios.

Escúchame, léeme, veme.

Esta mutación entre los medios, trajo consigo una forma aberrante de informar: Rumores, descalificaciones, verdades a medias, mentiras verdaderas, contenidos gráficos violentos, páginas enteras dedicadas a servicios sexuales, repetición de noticias, y un sinfín de aberraciones mediáticas, que en lugar a contribuir a una mejora en los medios, estos hacían lo imposible por mostrar lo mas amarillista de los contenidos, solo con el fin de que los consumiéramos. Y lo hicimos.

Si me río, me llevo

Aprovechando las redes sociales, muchos protagonistas de los medios, abrieron cuentas de blogs, Facebook y twitter. En ese momento, aquellos que se sentían inalcanzables, incuestionables e intocables, se encontraron con una realidad que por mucho tiempo ignoraron. El descontento social, la polarización , los sentimientos retenidos por mucho tiempo y el reclamo por contenidos inteligentes. Como una bofetada recibieron mas de una crítica y no precisamente constructiva. El mismo anonimato de las redes sociales y de los comentarios en las páginas de Internet, hicieron un caos la idea de participación directa de la sociedad con los medios. Muchos no supieron manejar esta situación. Unos optaron por retirarse, otros por no contestar, muchos por publicitarse y muy pocos para debatir de tu a tu con los tuiteros y facebookeros de a pie. La época dorada de intocables había terminado y adicionalmente a ello, el mal manejo de las criticas hicieron hasta “mal debatir” con los usuarios

No importa…

Sin embargo, la ética y profesionalismo de algunos quienes ahora dan la cara en los medios de comunicación, han desvirtuado el concepto de informar. Ganar una noticia, al costo que se deba de pagar, es la pauta para muchos. No importa si ponen en riesgo a un testigo de una matanza por parte de grupos de delincuencia organizada. No importa la primera plana exhibiendo el cuerpo calcinado de dos personas que murieron al chocar e incendiarse su automóvil. No importa difundir rumores que suplican sean verdades para demostrarles a todos que tuvieron la primicia. No importa la subjetividad de una nota. No importa exhibir como delincuente a alguien que aun no se sabe quien es. No importa prestarse a shows mediáticos con el fin de culpar a una madre o a un padre por el asesinato de su hija. No importa juzgar a quienes creen que son culpables y los exhiben para que la sociedad los descuartice con sus criticas

Perro no come perro… a veces

Lo peor es que las criticas entre ellos, han rebasado ese pacto no escrito de respeto entre los medios. Ahora entre ellos se descalifican, señalan y repelen sus columnas. Se acusan de vendidos, de corruptos, de poco éticos. Mismas descalificaciones que alguna vez, la sociedad señalaba. Ahora son entre ellos mismos. Lo incomprensible, es que solicitan unión ante la ola de violencia que existe en su gremio. Debieron de pasar algo más de 60 reporteros que, hasta la fecha se encuentran desaparecidos. Ya hicieron una marcha, que logro unos frutos.. ¿Quién le ha dado seguimiento? ¿Están tan ocupados en buscar la primicia que la vida de esos reporteros desaparecidos pasa a segundo término?¿O se conformaron con la probadita de justicia que les dio el gobierno?

Total…

Esta crítica hacia Ustedes, quienes se autonombran líderes de opinión, personajes destacados del periodismo, y que influyen de una manera directa a la sociedad, es simple y llanamente el reflejo de la sociedad consumista, polarizada, crítica, desunida, intolerante y poco reflexiva en la que vivimos. Ustedes pueden, desde sus trincheras a promover un cambio, ya que llegan a millones de personas e impactan de manera directa a quienes día a día, los leemos, escuchamos y vemos. Aprovechen su posición de un “cuarto poder” y hagan mas sensible a esta sociedad que pide a gritos estar mas unidos que nunca. Total, es una simple propuesta.